viernes, 6 de julio de 2012

ALGUNOS TRUCOS PARA RECORDAR LOS SUEÑOS

No todas las recomendaciones sirven por igual a todas las personas. Prueba las que te sean más cómodas y quédate sólo con las que te funcionen mejor:

  • Tener la libreta y un lápiz o bolígrafo cerca de la cama para apuntar cualquier sueño cuando nos despertemos.
  • Descansar lo suficiente. (Esto es importante aunque parezca obvio).
  • Poner el despertador un poco antes de la hora de levantarse, o programarse mentalmente antes de ir a dormir para despertarse sin brusquedades ni sobresaltos unos minutos antes de que éste suene. Eso da un tiempo  para repasar el sueño.
  • No mover la cabeza (sobre todo) ni el cuerpo nada más despertarnos, puesto que hacerlo es la mejor manera de olvidar rápidamente lo que se ha soñado. (Continúa la lectura clicando en "Más información")
  • Revisar las imágenes estando todavía en la cama con los ojos cerrados durante ese tiempo intermedio entre el sueño y la vigilia.
  • Si sólo se recuerda lo último, partir desde eso yendo hacia atrás para recuperar más partes del sueño.
  • Escribirlo enseguida o lo antes posible (hay detalles que se olvidan con una facilidad pasmosa en sólo unos minutos, e incluso se puede perder el sueño entero).
  • Beber medio vaso de agua al acostarse con la intención de recordar el sueño  cuando se beba el otro medio al despertarse. (Esto es incompatible con el no moverse, sólo utilizar como último recurso si falla todo lo demás).
  • Antes de dormir y ya en la cama, repasar lo sucedido a lo largo del día, haciendo balance de las emociones o sentimientos que pudieran haber aparecido. También ayuda leer el diario de sueños o algún libro sobre el tema.
  • Leer alguna obra sobre los sueños o sueños propios que ya se escribieron anteriormente.
  • Repetirse en estado de duermevela varias veces: mañana recordaré mis sueños…
  • Visualizar una luz azul oscuro en el entrecejo (tercer ojo). Según la tradición bön, esto debería hacerse situando la luz en la garganta, cosa que además puede predisponer al sueño lúcido.
  • Escribir aunque sólo sea el estado de ánimo con el que nos despertamos y lo que surja espontáneamente en el momento, como compromiso de empezar un trabajo de profundización personal a través de los sueños.
  • Tomar infusión de salvia u oler el A.E. de esta planta antes de acostarse.
  • Utilizar una pieza de lapislázuli: ponerla cerca de la cabecera de la cama o debajo de la almohada.

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