. ¿Hemos de considerar las regresiones como una terapia en sí misma? ¿Cómo la podríamos definir?
Las regresiones sí
constituyen una terapia, dentro del marco adecuado. Son una forma de acceder a
contenidos del inconsciente, devolviéndonos recuerdos asociados a algún momento
traumático que nos causó una creencia infundada. Estas creencias no conscientes
son las que causan la mayoría de disfunciones que pueden padecerse a lo largo
de la vida. Para que una regresión sea efectiva, la persona debe sentir y no
sólo recordar, es decir, es importante que reviva la emoción vinculada al
recuerdo para que se dé el cambio a positivo. Se recuperan vivencias anteriores sólo para mejorar el presente, y no como una finalidad en sí mismas. Dicho de otro modo: no es aconsejable hacer regresiones sólo por curiosidad o por motivaciones superficiales o banales, y un profesional con ética nunca se prestará a tomarlo como un juego.
. ¿Qué técnicas son adecuadas para que una persona consiga
recordar su pasado?
Hay diferentes métodos
o técnicas para facilitar que la persona entre en un estado “alfa”, donde las
ondas cerebrales son más lentas y se produce la relajación necesaria, de modo
que el inconsciente se pueda comunicar con fluidez, y proporcionar la
información necesaria para la mejora o el cambio.
La hipnosis por sí
sola necesitaría de todo un capítulo, sobre todo porque está muy alterado el concepto
de este método de inducción, debido a lo
que se muestra en algunos espectáculos. La hipnosis no es más que una
relajación más profunda, donde a pesar de todo, la persona está plenamente
consciente de lo que sucede, y puede decidir por sí misma, igual que lo haría
en estado de alerta.
Con una relajación
inducida también se puede entrar en regresión, y a veces incluso, directamente
a través de una frase repetitiva, un estado emocional, un sueño, un síntoma,
etc., si están muy en “caliente”.
. ¿Todo el mundo consigue “conectar” o hay que prepararse de
alguna manera?
Depende de la
facilidad que se tenga para relajarse y permitir que surjan contenidos, sin
estarse cuestionando si son una invención de la mente. No todo el mundo lo
consigue a la primera, y esto no significa que no pueda darse una regresión en
próximas ocasiones, o de la mano de otro profesional.
Aunque nada de esto es
imprescindible, el que se haga meditación, introspección, alguna terapia o
trabajos de desarrollo de la conciencia, facilita entrar en un estado “alfa” y
una elaboración posterior de los contenidos que aparecen. Por supuesto que hay excepciones, y me he
encontrado con casos de todo tipo: personas que jamás habían hecho ningún
trabajo terapéutico previo y tenían una sorprendente facilidad para conectar
con su pasado y revivirlo, y otras que venían del ámbito terapéutico, y sin
embargo no conseguían resultados de entrada.
De todos modos,
existen alternativas que el profesional utiliza para un óptimo aprovechamiento
del trabajo, como son la visualización y otras técnicas complementarias. Es una
labor creativa, que se va construyendo en la medida que marca la predisposición
de quien acude.
Hay distintos modos de
estar en regresión, pues no todo el mundo “ve” imágenes en su mente (canal
visual preferente), sino que hay quién tiene sensaciones físicas (canal
cinestésico preferente) o aparecen frases o palabras (canal auditivo
preferente). No por no ser capaz de “ver” significa que no se esté haciendo un
trabajo completo.(Continúa la lectura clicando en "Más información").