jueves, 24 de noviembre de 2011

QUE SON Y EN QUE SE BASAN LAS TÉCNICAS NATURALES

Hay muchas personas a las que les cuesta creer que las técnicas naturales, vibracionales, holísticas, complementarias o alternativas (distintas maneras de nombrarlas) no sean más que un placebo, e incluso las califican de engaño.
Las técnicas alternativas funcionan, y como todo, tienen sus limitaciones, igual que la medicina tradicional o alopática puede solucionar muchas cosas, pero no todas. Además la mejoría depende de varios factores, el más importante: la actitud personal e implicación activa del individuo afectado.

Sin entrar en más detalles respecto a esa parte tan básica, diré también –como receptora y como acompañante en procesos personales, pues he estado en ambas situaciones- que como en cualquier otra profesión, no es la técnica o la herramienta lo que se ha de evaluar, sino la persona que está utilizándola.
Pensar que las técnicas y métodos naturales son ineficaces sin más, obviando sus efectos reales, es producto de la ignorancia muchas veces y del miedo otras, del temor a lo desconocido o a lo que puede parecer extraño. Nos han educado para creer en lo que escuchamos, vemos, tocamos y hacemos, no en lo que sentimos o percibimos.
Cuando hay una actitud de apertura (por lo menos conceder el beneficio de la duda) y confianza pueden suceder y se pueden sentir cosas extra-ordinarias, o sea: las que no se dan en el día a día ordinario o cotidiano. Y eso no tiene por qué ser menos real que lo que vivimos a través de los sentidos físicos, aunque sí es distinto. (Continúa la lectura clicando en "Más Información")

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿SOMOS PERSONAS O UN CONJUNTO DE SÍNTOMAS?

En nuestra cultura prevalece una educación que nos condiciona a cuidar el cuerpo a nivel estético o cuando ya se ha instalado la enfermedad, pero nadie nos ha enseñado a escucharlo y a tenerlo en cuenta, respetando sus limitaciones y aprovechando todo su potencial.

Nuestras células almacenan emociones y vivencias incluso desde la etapa prenatal y eso influye en nuestro enfoque de vida, aunque no seamos conscientes de ello. Liberando lo que está aprisionado en nuestro cuerpo físico en forma de emociones o creencias automatizadas determinantes, liberamos también las trabas que nos impiden vivir con más plenitud.

El estrés continuado produce tensiones y dolores que se pueden hacer permanentes, ádemás de alterar la tensión arterial o provocar ataques de ansiedad. Cuando aprendemos a estar en contacto con nuestro cuerpo, somos más capaces de sentir que es lo que necesitamos a cualquier nivel, no sólo físico sino también emocional, y podemos desenvolvernos mejor en lo que nos conviene sin dejarnos influir por lo establecido.

La mayoría de síntomas físicos que aparecen, tanto si son puntuales como crónicos, suelen ser un reflejo de lo que nos está pasando interiormente. Éstos también nos indican que nos estamos moviendo en una dirección que no es la adecuada para el momento concreto de nuestra vida. Lo que nos sirvió en el pasado puede no ser lo mismo que ahora necesitemos, o incluso nos puede estar frenando para conseguir nuestros objetivos.
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