viernes, 21 de febrero de 2014

LA TÉCNICA DE REGRESIONES: UNA MIRADA A NUESTRA ESENCIA PARA LA TRANSFORMACIÓN

Estas son las preguntas más fecuentes que suelen aparecer sobre el tema de las regresiones:

. ¿Hemos de considerar las regresiones como una terapia en sí misma? ¿Cómo la podríamos definir?

Las regresiones sí constituyen una terapia, dentro del marco adecuado. Son una forma de acceder a contenidos del inconsciente, devolviéndonos recuerdos asociados a algún momento traumático que nos causó una creencia infundada. Estas creencias no conscientes son las que causan la mayoría de disfunciones que pueden padecerse a lo largo de la vida. Para que una regresión sea efectiva, la persona debe sentir y no sólo recordar, es decir, es importante que reviva la emoción vinculada al recuerdo para que se dé el cambio a positivo. Se recuperan vivencias anteriores sólo para mejorar el presente, y no como una finalidad en sí mismas. Dicho de otro modo: no es aconsejable hacer regresiones sólo por curiosidad o por motivaciones superficiales o banales, y un profesional con ética nunca se prestará a tomarlo como un juego. 



. ¿Qué técnicas son adecuadas para que una persona consiga recordar su pasado? 

Hay diferentes métodos o técnicas para facilitar que la persona entre en un estado “alfa”, donde las ondas cerebrales son más lentas y se produce la relajación necesaria, de modo que el inconsciente se pueda comunicar con fluidez, y proporcionar la información necesaria para la mejora o el cambio.

La hipnosis por sí sola necesitaría de todo un capítulo, sobre todo porque está muy alterado el concepto de este  método de inducción, debido a lo que se muestra en algunos espectáculos. La hipnosis no es más que una relajación más profunda, donde a pesar de todo, la persona está plenamente consciente de lo que sucede, y puede decidir por sí misma, igual que lo haría en estado de alerta.

Con una relajación inducida también se puede entrar en regresión, y a veces incluso, directamente a través de una frase repetitiva, un estado emocional, un sueño, un síntoma, etc., si están muy en “caliente”.
 
. ¿Todo el mundo consigue “conectar” o hay que prepararse de alguna manera?

Depende de la facilidad que se tenga para relajarse y permitir que surjan contenidos, sin estarse cuestionando si son una invención de la mente. No todo el mundo lo consigue a la primera, y esto no significa que no pueda darse una regresión en próximas ocasiones, o de la mano de otro profesional.

Aunque nada de esto es imprescindible, el que se haga meditación, introspección, alguna terapia o trabajos de desarrollo de la conciencia, facilita entrar en un estado “alfa” y una elaboración posterior de los contenidos que aparecen.  Por supuesto que hay excepciones, y me he encontrado con casos de todo tipo: personas que jamás habían hecho ningún trabajo terapéutico previo y tenían una sorprendente facilidad para conectar con su pasado y revivirlo, y otras que venían del ámbito terapéutico, y sin embargo no conseguían resultados de entrada. 

De todos modos, existen alternativas que el profesional utiliza para un óptimo aprovechamiento del trabajo, como son la visualización y otras técnicas complementarias. Es una labor creativa, que se va construyendo en la medida que marca la predisposición de quien acude.

Hay distintos modos de estar en regresión, pues no todo el mundo “ve” imágenes en su mente (canal visual preferente), sino que hay quién tiene sensaciones físicas (canal cinestésico preferente) o aparecen frases o palabras (canal auditivo preferente). No por no ser capaz de “ver” significa que no se esté haciendo un trabajo completo.(Continúa la lectura clicando en "Más información").

. ¿Qué se siente cuando se está en regresión? ¿Existe algún peligro?

Estando en regresión, se pueden tener dudas de si eso que aparece es real o no, como he comentado antes. También es posible que la persona se sorprenda porque se lo esperaba de otra manera. Hay una idea muy romántica acerca de las regresiones, especialmente si hacen referencia a vidas pasadas, y lo ideal sería no tener ni temores ni expectativas de ninguna clase. Para explicarlo de modo entendible, yo lo comparo a estar en el cine: la persona es consciente de quién es y dónde se encuentra, al mismo tiempo que está viendo una historia, que aunque le es ajena, le produce pensamientos y emociones acerca de eso que aparece en la pantalla. También sucede que cuando la historia nos absorbe por completo,  dejamos de lado por unos momentos nuestra percepción del “yo”, sin que eso nos cause ninguna dificultad ni problema. Al terminar la película, volvemos a retomar nuestra vida y podemos reflexionar o intercambiar opiniones acerca de lo que hemos visto, y hasta es posible que nos aporte cosas importantes.

Estando la persona en estado regresivo, hay que tener la suficiente flexibilidad como para permitir que surjan contenidos distintos a los que se le han sugerido, y al mismo tiempo mantener el objetivo, para no perderse en sucesos secundarios que no aportan nada a la terapia.

No hay ningún peligro en entrar en regresión, siempre que se tengan en cuenta unas premisas adecuadas y que se respeten unas determinadas condiciones; por lo tanto, aparte de la lógica expectación al hacer algo nuevo y desconocido, no hay que tener reticencias si el profesional está preparado y acreditado para guiar a otros.



. ¿Se pueden hacer auto-regresiones o siempre es necesaria la presencia de un profesional?

Es complicado lograr auto-regresiones si no se tiene experiencia previa en este tipo de trabajo.

Aún así, se pueden dar estados regresivos de manera espontánea, a veces sin más o cuando ya se ha iniciado un proceso de introspección y búsqueda espiritual, o debido a alguna situación traumática fuerte. Cuando se producen por alguna de estas causas, suelen ser breves “flashes” de situaciones, percepciones o certezas, pero es menos probable que aparezca toda una secuencia, que permita su entendimiento y posterior elaboración. Para ello, es mejor acudir a un profesional, que guiará a la persona de forma constructiva, a través de esos indicios que surgieron de manera natural. Que eso ocurra es un síntoma de que el momento es adecuado para revisar lo que apareció.

Al respecto, Jose Luis Cabouli, un médico argentino que ya sólo se dedica al trabajo de regresiones enfocado no sólo a esta vida, sino también a vidas pasadas, dice que estamos continuamente en estado regresivo: todo lo que vivimos en el presente, tiene reverberaciones de lo que vivimos en el pasado, pues éste se repite una y otra y vez hasta encontrar una salida al conflicto, y así resolverse.



. Y si no se cree en la reencarnación, ¿es efectivo igualmente?

No es necesario creer en la reencarnación ni hacer un dogma de fe al respecto, para que una regresión que nos sitúa en una época anterior a la que estamos viviendo, sea efectiva. Cuando surge algún contenido del inconsciente, sea a través de sueños, sea a través una historia “inventada”, de una visualización guiada, de una obra de arte, etc., para el cerebro tiene exactamente la misma validez, que si fuera una vivencia real. No es casual que alguien improvise un cuento explicando unas determinadas situaciones e incluyendo unos personajes concretos, pues todo eso, igual que el contenido que aparece en los sueños, habla de la experiencia actual y las grabaciones inconscientes de esa persona.

Si el hecho de que existan vidas anteriores causa conflicto con las creencias –religiosas o no- de quien acude a consulta, se pueden tratar como creaciones únicas y personales, que desde su inconsciente están directamente relacionadas con la problemática a revisar.



. ¿Cuántas sesiones se necesitan para solucionar un tema?

En cuanto a la cantidad de sesiones requeridas, no se puede precisar, pues cada persona es única y necesitará su tiempo para completar la terapia. También depende de los objetivos que cada uno se marque, pues si se quiere profundizar en ciertos temas o descubrir zonas que hasta entonces no se habían transitado, se puede alargar más. En todo caso, puede ser algo consensuado sobre la marcha entre cliente y profesional, revisando tanto la evolución como la duración que cada individuo requiera.
Seguro que cada opción está bien en sí misma, si se respeta el ritmo y proceso de cada cliente.

No suele ser habitual aunque haya sucedido en ocasiones, que con una sola sesión la persona salga con el tema resuelto por completo. Este es un proceso de búsqueda y mejora, para el que se requiere predisposición y paciencia sin esperar resultados rápidos, ya que depende de múltiples factores.



. ¿En qué casos se aplicaría este método?

Se puede utilizar para resolver fobias, síntomas sin causa física aparente, dificultad en quedarse embarazada o abortos múltiples, tendencias autodestructivas (adicciones de todo tipo), relaciones tóxicas, miedos, situaciones limitantes, duelos no realizados… Cualquier cosa que impida a la persona desarrollar una vida plena y feliz en la medida de lo posible, sobre todo si son patrones de comportamiento repetitivos o situaciones recurrentes.

Este sería un primer paso, aunque existe la opción de ir más allá y utilizar las regresiones como complemento a una búsqueda interior de orden más espiritual –siempre que se haya solucionado lo que hay “aquí y ahora” y no como escapismo-, y también para descubrir y potenciar las habilidades que todos poseemos.  



. ¿Qué profesionales utilizan las regresiones?

Pueden ser terapeutas formados sólo en este método o en distintas técnicas además de esta, y profesionales del ámbito de la psicología y de la psiquiatría, aunque estos dos últimos colectivos es más difícil que contemplen la posibilidad de vidas pasadas.

Hay que recordar que la finalidad de ir hacia el pasado es la de mejorar la vida actual de quien acude a consulta, y no la de quedarse fijado en temas antiguos. Precisamente se trata de cerrar cuestiones pendientes para poder mirar hacia adelante.


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