viernes, 9 de diciembre de 2011

CONVERTIRNOS EN NUESTRA MEJOR VERSIÓN ES POSIBLE

Somos seres alquímicos y con un enorme caudal de potenciales en nuestro interior.
Si partimos de la idea de que durante el tiempo que estemos vivos tenemos la oportunidad (y casi diría que la obligación para con uno mismo) de convertir nuestro plomo interior en oro, el trayecto personal toma otro sentido y cobra la dimensión de algo digno de maravillar a quien lo recorre.
Ese plomo que asfixia nuestra creatividad, nos impide conseguir nuestras metas y nos fuerza a manipular a los demás para cubrir ese agujero tan hondo que parece no tener fin, puede convertirse en algo que nos lleve más allá, si somos capaces de mirarnos por dentro y reconocer eso que duele o limita, y que no toleramos y rechazamos en los demás.
El hecho de no conformarse con lo que hay en el presente (¿por qué quedarme en una pequeña parte de lo que soy, si yo soy mucho más que eso?), no es incompatible con el de aceptar todo lo que somos en este momento. Es más, este último, es un paso imprescindible para que se dé la alquimia de la que hablo: si no soy capaz de reconciliarme con mi pasado, con mis padres, con mis defectos, con mis limitaciones, con mis miedos, no voy a poder atravesarlos para llegar al otro lado. Casi todo seguirá igual, o será una lucha titánica para conseguir apenas rascar la superficie. Demasiado esfuerzo para obtener lo que del otro modo deviene por sí solo. (Es decir, en y desde la aceptación). (Continúa la lectura clicando en "Más Información")
Somos una semilla, muchas semillas distintas, y en nosotros está elegir si las dejamos germinar en todo su esplendor, o las distintas posibilidades se quedan en eso: en algo que nunca llega a brotar. Continuando con este símil, es necesario romper el envoltorio para que surja la nueva energía que es impulsada a crecer y desarrollarse, y nuestro envoltorio está formado por pensamientos autóctonos que nos paralizan, nos critican, nos enfrentan a partes de nosotros mismos, nos castigan y nos envenenan. El reconocer esos pensamientos de los que ni siquiera somos conscientes la mayor parte del tiempo y que, como si fuéramos marionetas, dominan nuestras acciones o provocan emociones de las que no nos podemos sustraer, es importante. Parar la cinta puede parecer tarea complicada, y ciertamente no es fácil hacer algo por primera vez, pero tampoco es imposible. Como todo, requiere quererlo, quererlo, quererlo (la repetición no es un fallo), constancia y práctica.
A mí me ha servido para conseguir detectar algunos de mis pensamientos con autonomía propia que se convierten en pautas auto frustrantes, el cuestionarme y hacerme preguntas que me lleven más allá de donde me hallo.
No sé muy bien en qué puede consistir La Receta para cada cual. En mi caso, el viaje alquímico está formado por la poción (no mágica ni mucho menos) de muchas sesiones de terapia de todo tipo en momentos puntuales. Aunque lo que me ha ayudado más, ha sido el escuchar de alguien que se PUEDE CONSEGUIR simplemente diciendo ¡Basta! al auto boicot y no permitiendo que las pautas de siempre sigan dominándonos. Y ponerlo en práctica, claro…
En ello sigo y seguiré mientras viva, pues si algo he aprendido es que la perfección no es de esta tierra y que aquí y ahora La Perfección desde mi punto de vista, consiste en vivir con más plenitud, elegir con más libertad y ser más autosuficiente en todos los aspectos*. También sería el saber disfrutar todo lo posible del presente sin ser perfecta y sin que las circunstancias lo sean, (una buena tarea que no sé si cumpliré mientras dure mi camino, pero no por ello voy a dejar de aspirar a conseguirlo).
Nuestro plomo en realidad es la simiente del oro que podemos ser y por tanto, sería una buena opción explorarlo y meterse en ello hasta las últimas consecuencias, para vivir mejor o al menos, como seres más completos, abarcando todo eso que somos.
LO MEJOR DE CADA UNO ESTÁ AÚN POR DESCUBRIR Y LA BÚSQUEDA NO DEBERÍA ACABARSE MIENTRAS DURE LA VIDA.

* No me refiero solamente a la parte económica, que por supuesto es muy importante, sino a que se puedan sostener los diferentes estados emocionales que aparezcan, que también es distinto de no sentir nada o estar por encima de…

No hay comentarios:

Publicar un comentario